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Los impactos de la pandemia en el sector inmobiliario es un tema que despierta gran interés. Esta actividad económica influye de manera directa en el crecimiento económico, ya sea de un país o de un continente.
En 2020 y 2021 este renglón presentó características atípicas, debido a las condiciones que gobiernos y autoridades sanitarias tomaron tras el avance del COVID-19.
El mercado inmobiliario, a nivel global, es un sector muy estable, maduro y con proyecciones rentables y previsibles a corto y mediano plazo. Sin embargo, los impactos de la pandemia no se hicieron esperar en ningún ámbito y este sector no estuvo exento de ser afectado.
Las condiciones de desarrollo económico, que hasta antes de la pandemia funcionaban de manera más o menos predecible, se han transformado. Es indiscutible que la crisis sanitaria, producto de la llegada del COVID-19, ha generado mutaciones en la economía global. La mejor parte es que no todas las transformaciones han sido negativas.
Para poder mantenerse y continuar avanzando en la actividad económica a partir de esta nueva realidad se hace necesario renovarse. En la actualidad, vemos cómo el sector inmobiliario se ha reorganizado a tal punto que hoy en día disfruta de un ímpetu más que sorprendente.
Uno de los aspectos que siempre llamará la atención como agente inmobiliario o como comprador es la ubicación.
A raíz del confinamiento, y por el hecho de pasar más tiempo en sus hogares, muchas personas buscan cambiar o mejorar el lugar en donde viven. Esta tendencia ha marcado el mercado inmobiliario actual. Por lo tanto, es vital conocer los verdaderos impactos de la pandemia en su desarrollo.
Hasta hace un par de años, la vida cotidiana se desarrollaba de manera cómoda y normal en las ciudades, ya fueran grandes o pequeñas.
Pero, a partir de las restricciones de movilidad por cuenta de las medidas sanitarias, esta calidad de vida se vio desmejorada. El espacio disponible y la calidad del paisaje empezaron a convertirse en necesidades fundamentales para la salud física y mental.
Como consecuencia, muchos citadinos tomaron la decisión de comprar inmuebles en lugares menos poblados, de carácter intermedio o definitivamente rural.
Estos nuevos destinos inmobiliarios ofrecen menos ruido y tránsito, un paisaje que alimenta la salud y una mejor calidad del aire. Todo lo anterior ayuda a generar un ambiente de bienestar que no tiene precio. De allí parte la migración al campo de los últimos años.
Este es un nuevo desafío para los agentes inmobiliarios. Las tendencias inmobiliarias que se tenían antes de la pandemia se aceleraron y transformaron rápidamente. La inversión en este sector propone un tópico innovador y exige creatividad en el desarrollo de alternativas que exploten esta tendencia.
Por otro lado, es de vital importancia contar con financiación suficiente, la cual será traducida en confianza y apoyo para el sector. Este impacto de la pandemia puede convertirse en un aliciente para crear, solucionar e innovar mejorando la calidad de los productos inmobiliarios a ofrecer.
Al contrario de lo que se podría suponer, las empresas y sus oficinas no van a ser sustituidas en su totalidad. Aunque el trabajo remoto tomó relevancia a raíz de las medidas frente al COVID-19, volver a un lugar de trabajo seguro y adecuado es primordial.
Debido a esto, las empresas han renovado sustancialmente los espacios laborales, contribuyendo a la mejora de la salud integral de sus trabajadores. Lo que se prevé es mantener una productividad que se mueva entre la presencialidad y la virtualidad.
En el pasado año 2021, y en comparación con el 2020, se ha visto una recuperación del mercado especialmente en el sector inmobiliario. Los expertos hablan de una gran diferencia con la situación que se presentó en este sector en 2008 a raíz de la crisis financiera.
A nivel latinoamericano se puede observar una recuperación desde mediados del año 2021, gracias al aumento del volumen de ventas de bienes inmuebles.
Los impactos de la pandemia a nivel global se perciben, principalmente, en los sectores económico y social. Sin embargo, a pesar de estas nuevas maneras de coexistir, el mercado inmobiliario ha experimentado un auge.
Una de las inversiones más seguras en el mercado inmobiliario mundial reside en la adquisición de casas y apartamentos.
Aunque las oficinas tienen un mayor riesgo de inversión, se sigue considerando que se encuentran en proceso de renovación y esto brinda confianza.
Otro de los aspectos claves para entender el movimiento de este sector es el que abarca la inversión en el mercado inmobiliario.
Las previsiones para el presente año 2022 son más que alentadoras:
Este sector goza de un impulso particular y las compañías sólidas que generan valor van en aumento ofreciendo un crecimiento sostenido.
Con la llegada del COVID-19, en el 2020, la economía mundial en su conjunto sufrió un gran revés debido a la crisis sanitaria que provocó. Para beneficio colectivo, el año 2021 ofreció un panorama más alentador, gracias a la recuperación de varios sectores fundamentales de la economía.
Las nuevas formas de trabajar y relacionarnos provocaron cambios en las tendencias del mercado de las cuales hay muchas consecuencias positivas.
El mercado inmobiliario también fue impactado, pero para fortuna de sus promotores y trabajadores logró salir adelante fortalecido.
Con este prometedor panorama podemos estar seguros de que la reactivación en el mercado inmobiliario ya está en curso. Su futuro se muestra próspero y totalmente activo.
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